Consejos de uso

Menores de 50 años tomar 1 cápsula al día con el desayuno
Después de los 50 años, tome regularmente 1 cápsula por la mañana y 1 cápsula por la noche.
En momentos de cansancio o estrés tomar 2 cápsulas al día.

Composición

Vitamina C liposomal, gelatina vegetal, citrato de zinc, levadura de selenio, vitamina D, vitamina B6, vitamina B9 (folato)

En 1 cápsula

*Valor de Referencia Nutricional

¿Qué es el sistema inmunológico?

Es un sistema de defensa global que actúa en varios niveles del organismo: mucosas intestinales y pulmonares, sangre y linfa.

Este mecanismo se activa por partida doble: una acción inmediata para eliminar a los intrusos y una acción retardada que reconoce y destruye una bacteria o virus ya conocido.

El buen funcionamiento del sistema inmunológico depende de varios factores que lo debilitan e inhiben:

1. Mal estado de salud con carencias alimentarias:
   • Se estima que el 90% de la población recibe menos de la mitad del requerimiento diario de vitamina D.
   • Según un estudio francés, del 18 al 25 % de los niños, del 25 al 50 % de las adolescentes y los hombres adultos, y del 57 al 79 % de las adolescentes y las mujeres adultas no reciben 2/3 de sus necesidades diarias de zinc.
   • Según el estudio SUVIMAX, el 30% de los adultos solo reciben 2/3 de las necesidades diarias de vitamina B6
   • Se estima que un mínimo del 20% de la población es deficiente en ácido fólico
   • Según estudios epidemiológicos el 10% de los adultos y el 20% de los ancianos tienen deficiencia de vitamina C.
2. Estados de cansancio o estrés que pueden colapsar las defensas naturales
3. Con la edad, el metabolismo se vuelve más lento y el sistema inmunológico se ve afectado primero.

Varios factores biológicos esenciales intervienen en el proceso de las defensas naturales. IMMUNO Support proporciona al organismo los elementos clave que necesita para ser completamente efectivo.

¿A quién se dirige IMMUNO Support?

Es recomendable para todas aquellas personas que cuidan su salud y quieren protegerse lo mejor posible de enfermedades infecciosas teniendo un buen sistema inmunológico.
Especialmente recomendado en invierno y durante todo el año para personas mayores.
Recomendado también en periodos vacunales que requieran una buena respuesta inmunitaria.

MÁS INFORMACIÓN…

¿Cómo fortalecer tu sistema inmunológico?

Todos sabemos que el sistema inmunológico es el ejército encargado de custodiar nuestras fronteras. Por un lado, protege al organismo de la entrada de elementos extraños, bacterias, virus, parásitos, partículas finas; y por otro lado caza a los intrusos que han logrado penetrar y elimina diversos desechos y células anormales como células cancerosas...

Es un sistema de defensa que actúa en tres niveles y en dos etapas:

• Una primera línea de defensa permanente en la piel y las mucosas con células específicas listas para atacar
• En la sangre, células no específicas, innatas y capaces de actuar en el momento.
• También en la sangre, células específicas (linfocitos B y T) actúan en un segundo tiempo secretando globulinas específicas (anticuerpos) que atacan con precisión, después de un cierto retraso, a los patógenos reconocidos. Son estas células las que son estimuladas por la vacunación.

En otras palabras, no hay buena salud sin un buen sistema inmunológico. Desafortunadamente, muchas circunstancias en la vida conducen a una disminución de las defensas naturales: la edad, por supuesto, pero también el estrés, el exceso de trabajo, el deporte intenso y, a menudo, una dieta deficiente que no proporciona al cuerpo los elementos esenciales en cantidad suficiente.

Por eso, muchas veces es necesario complementarse para, por un lado, gestionar mejor el estrés y, por otro, aportar a nuestro metabolismo los elementos necesarios para estimular los complejos mecanismos del sistema inmunitario. ¡La vacunación efectiva también requiere un sistema inmunológico saludable!

Estos elementos esenciales son 6 en número:

La base, compuesta por

• Vitamina D
• Zinc
• Selenio

Más tres vitaminas facilitadoras

• Vitamina C
• Vitamina B6
• Ácido fólico

Varios estudios científicos recientes han confirmado la importancia primordial de estos diferentes elementos que actúan en simbiosis para luchar contra las infecciones y reforzar la eficacia de la vacunación.

Vitamina D

Es la piedra angular del sistema de defensa natural. La vitamina D es un regulador que actúa sobre todas las fases del sistema inmunitario. Además, la deficiencia de vitamina D está ligada a muchas otras patologías, desde la esclerosis múltiple hasta la artritis reumatoide y la osteoporosis. (1)

La vitamina D actúa sobre la inmunidad innata: aumenta la actividad antimicrobiana de los macrófagos y ejerce una actividad antiviral directa al destruir la pared de muchos virus respiratorios.

También modula la actividad de las células NK (Natural Killer).

Numerosos estudios han demostrado que la vitamina D mantiene la integridad de la mucosa intestinal, refuerza su efecto barrera y estimula la producción de péptidos antibacterianos.

La vitamina D también actúa sobre la inmunidad adaptativa: controla la diferenciación, proliferación y funciones de las células T.

Vale la pena recordar que la concentración plasmática de vitamina D es inversamente proporcional al riesgo de infección (2).

En invierno se recomienda una ingesta diaria de 2000 Unidades Internacionales.

(1) “Immunologic effects of vitamin D on human health and disease”- Nutrients. 2020; 12(7):2097
(2) “Evidence regarding vitamin D and risk of covid-19 and its severity”- Nutrients. 2020; 12(11):3361

Zinc

Se sabe desde hace décadas que la carencia de zinc afecta la formación, activación y maduración de los linfocitos. Esto afecta tanto a la inmunidad innata como a la adaptativa.

Como nos recuerda un equipo de investigadores alemanes, la deficiencia de zinc debilita la respuesta fagocítica y el proceso oxidativo. (3)

Además, investigadores australianos acaban de demostrar que el zinc tiene una doble acción para luchar contra los virus: una acción directa de destrucción y una función de estimulación de la inmunidad. La suplementación con zinc combate eficazmente diversas infecciones virales como el herpes y la gripe. (4)

Se recomienda una ingesta diaria de 15 mg.

(3) “Zinc and immunity: an essential interrelation”- Arch Biochem Biophys. 2016; 611:58-65
(4) “The role of zinc in antiviral immunity”- Adv Nutr. 2019; 10(4):696-710

Selenio (5)

El selenio es un micronutriente esencial que juega un papel crucial en muchos procesos fisiológicos. Así, el sistema inmunitario requiere un aporte regular de selenio que se transforma en selenocisteína y luego en diversas selenoproteínas que actúan como cofactores en una amplia variedad de reacciones enzimáticas.

La deficiencia de selenio conduce a una mayor susceptibilidad a las infecciones y al cáncer, así como a la liberación de citocinas proinflamatorias. Por el contrario, la suplementación con selenio es inmunoestimulante con la proliferación de linfocitos T y células NK. De igual forma, el aporte de selenio refuerza la respuesta vacunal frente a diversos patógenos.

Es de destacar que se ha demostrado que la suplementación con selenio sofoca la respuesta inflamatoria durante los episodios de dificultad respiratoria, restaurando la capacidad antioxidante de los pulmones.

Se recomienda una ingesta diaria de 50 a 70 µg de selenio para adultos.

(5) “Selenium, selenoproteins, and immunity” – Nutrients. 2018; 10(9):1203

Vitamina C (6)

Se sabe que la falta de vitamina C afecta la inmunidad y aumenta la susceptibilidad a las infecciones que, a su vez, aprovechan nuestras reservas de vitamina C.

La vitamina C es un poderoso antioxidante y un cofactor en muchas reacciones enzimáticas de síntesis bioquímica.

La vitamina C contribuye a la defensa inmunitaria estimulando la diferenciación y proliferación de linfocitos T y B, actuando tanto sobre la inmunidad innata como adaptativa.

La suplementación con vitamina C es capaz de prevenir y combatir las infecciones respiratorias. La acción preventiva requiere una ingesta mínima de 200 mg al día de vitamina C.

(6) “Vitamin C and immune function”- Nutrients. 2017; 9(11):1211

El dúo de vitamina B6 y ácido fólico (7), (8)

Unas buenas defensas naturales requieren un buen funcionamiento del metabolismo global, asociado a la regulación de la inflamación. Así, la vitamina B6 y el ácido fólico son cofactores de más de cien reacciones enzimáticas y su deficiencia genera un proceso inflamatorio cuyo efecto deletéreo está bien documentado.

Así, el descenso del nivel plasmático de vitamina B6 es la antesala de muchas patologías y de un descenso del sistema inmunitario. Del mismo modo, la disminución de los niveles de ácido fólico acompaña al envejecimiento.

(7) “Inflammation, vitamin B6 and related pathways”- Mol Aspects Med. 2017 Feb;63: 10-27
(8) “Folic acid in physiology and pathology”- Postepy Hig Med Dosw (online). 2008; 62:405-19

Conclusión

Ante la complejidad del sistema inmunológico, entendemos que varios factores pueden debilitarlo. Necesita un excelente funcionamiento del metabolismo general. Por tanto, su funcionamiento óptimo requiere la presencia de varios factores biológicos.

Pero a menudo somos deficientes en uno o más de estos factores esenciales. Por eso es necesaria la ingesta diaria de varios de estos elementos para asegurar unas buenas defensas naturales y mantenerse saludable.