Los miles de millones de bacterias, amigas de sus intestinos...
En mi experiencia, la ingesta regular de probióticos, para armonizar y fortalecer la flora intestinal amiga, es una de las acciones más fundamentales para tomar el control de su salud. Los probióticos están entre los 5 o 6 complementos alimenticios más útiles y efectivos.
Todos habéis oído hablar de los probióticos, esos miles de millones de bacterias amigas que viven en nuestros intestinos, en simbiosis con nuestro metabolismo, y que son tremendamente beneficiosas para nuestra salud.
Bueno saber
La palabra probiótico significa "para la vida" y se opone a antibiótico "contra la vida".
Por esta razón, el lobby farmacéutico logró que se prohibiera la palabra “probiótico” tradicionalmente utilizada. Solo las publicaciones científicas siguen utilizando el término probióticos para designar a las bacterias beneficiosas de nuestra flora intestinal...
El término "microbiota" también se refiere a todas las bacterias que componen la flora intestinal. Casi 2 kg de bacterias viven en nuestro sistema digestivo y juegan un papel esencial en nuestra salud. Las necesitamos para vivir, tanto como ellas nos necesitan a nosotros... Dicen que vivimos en simbiosis.
Una fábrica que trabaja día y noche
El espectro de acción de los probióticos es considerable y se suman las publicaciones científicas que demuestran sus ventajas. He aquí una lista no exhaustiva:
- Estas bacterias amigables nos ayudan a digerir los alimentos que nuestro
sistema digestivo no puede descomponer. Este es el caso, en particular, de las fibras vegetales, los azúcares complejos y las proteínas. (1) - Sintetizan la preciada vitamina K, esencial para la fortaleza de nuestros huesos, pero también las vitaminas B12, B1 y B2. (2)
- Protegen nuestro sistema digestivo de la invasión de bacterias dañinas (3) y también de virus (4).
- Estimulan nuestro sistema inmunológico intestinal, que es esencial para nuestra salud. Este efecto está especialmente marcado en niños (5).
- Refuerzan la inmunidad tras la vacunación, como se ha demostrado en la vacuna antigripal (6).
- Mejoran los síntomas de diversas enfermedades autoinmunes al disminuir el nivel inflamatorio. (7)
- Facilitan el buen funcionamiento del intestino y la sensación de bienestar
digestivo (8). Calman la inflamación de los intestinos irritables, lo que es visible en las heces. (9) - Las bacterias de nuestra microbiota estimulan nuestro estado de ánimo y luchan contra el estrés y los estados de ánimo bajos favoreciendo la síntesis de un neuromediador fundamental: la Serotonina. ¡Decimos gratamente que nuestro intestino es nuestro segundo cerebro! (10)
- Por último, mejoran el estado de la piel, especialmente las pieles alérgicas. (11)
Los enemigos de su flora intestinal
Muchos de los acontecimientos de nuestra vida modifican el equilibrio de esta microbiota frágil y muchos factores pueden perturbar esta flora intestinal que asegura, entre otras cosas, una buena digestión y una buena higiene de nuestros intestinos.
- Ante todo, el estrés constituye un factor que desestabiliza todo el organismo y perturba considerablemente la flora intestinal. El estrés provoca la inflamación de la mucosa.
- Una mala alimentación, demasiado rica en azúcar y alimentos procesados, favorece la proliferación de bacterias patógenas y levaduras.
- El cloro contenido en el agua potable también ataca a las bacterias de la flora intestinal.
- Tomar antibióticos conduce a la muerte de millones de bacterias amigas o
enemigas. Esto conduce a un desequilibrio que debilita el organismo y lo hace más sensible a diversas enfermedades. - Muchos contaminantes químicos, empezando por los fármacos, suelen ser agresivos para la pared intestinal y, en consecuencia, tienen un efecto negativo sobre la microbiota. Este es, particularmente, el caso de los medicamentos antiinflamatorios y antirreflujo.
Las consecuencias para su salud
- La flora intestinal protege la mucosa intestinal. En consecuencia, un desequilibrio prolongado de la flora probiótica conduce a una inflamación de la mucosa que genera lo que se llama, por un lado, síndrome del cólon irritable y, por otro, la enfermedad celíaca.
- Esta inflamación crónica vuelve porosa la pared digestiva y permite la penetración en la circulación general de moléculas extrañas que a su vez generan reacciones alérgicas e inmunitarias.
Los síntomas de un desequilibrio de la microbiota son, por lo tanto, diversos y variados porque su acción es global y afecta a todo el organismo y al conjunto del metabolismo:
- Alternancia de estreñimiento y diarrea con flatulencia y distensión abdominal
- Síndrome del colon irritable
- Mayor susceptibilidad a la diabetes y al aumento de peso
- Fatiga crónica, mal sueño
- Humor depresivo y mayor sensibilidad al estrés
- Alergias, asma
- Afecciones de la piel, espinillas, eccemas, rojeces, acné.
- Mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas.
- Riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
¿Cómo cuidar el microbiota?
La ingesta de una cápsula de probióticos, una o dos veces al día, debería de ser un gesto cotidiano. Cada cápsula debe contener un mínimo de 20 mil millones de gérmenes vivos, en forma de una mezcla sinérgica de varias cepas de lactobacillus y bifidobacterium.
Una ingesta regular y prolongada de una mezcla de varias bacterias del ácido láctico puede corregir una flora intestinal alterada y restablecer el equilibrio, esencial para una buena salud. Un aporte de probióticos es pues la respuesta para cuidar una microbiota enferma y anémica o para la prevención de su desequilibrio.
La corrección de una flora intestinal alterada, gracias a la ingesta de probióticos seleccionados, constituye un gesto esencial de prevención en el mundo actual para todos los que cuidan de su salud.
Una dieta sana, de tipo mediterráneo, también es fundamental para tener una flora intestinal equilibrada y una buena salud.
Dele una ayuda a su flora intestinal empezando a tomar Probiline Forte de Longline.
Yves Ponroy
Bioquímico - Doctor en ciencias
Comentarios